“El storytelling es una forma de discurso que se impone en todos los sectores de la sociedad y transciende las líneas de participación políticas, culturales o profesionales”. “El storytelling es en sí el arte de contar historias con un fin comercial, político, moral, religioso. Un arte peligroso que en manos de los «gurús» del capitalismo se ha convertido en un arma de comunicación” en palabras de Christian Salmon.
El storytelling tiene orígenes muy antiguos, es el arte de contar historias y cuentos como forma de entretenimiento. Desde hace unos años, el arte de contar historias se ha convertido en el arte de la manipulación. Christian Salmon desvela cómo una buena historia es la nueva arma de distracción masiva que los políticos utilizan para vender sus mensajes al público. La narración se utiliza como una manera de simular, convencer y movilizar a la opinión pública.
Desde hace unos años, el arte de contar historias se ha convertido en el arte de la manipulación. Comunicación política, construcción de mentiras sofisticadas, el «storytelling» resulta mucho más eficaz que la propaganda porque no pretende modificar las convicciones de la gente, sino que busca hacerla partícipe de una historia apasionante.
Estamos ante una de las formas comunicativas más peligrosas de comunicación, su desarrollo está en auge y si bien, su origen está en EE.UU. se ven claros indicios de expansión por Europa.
Ejemplos de storytelling los encontramos en el mundo económico, como los casos de McDonald´s, Enron, Nike, Levi´s… y en el mundo político, como el precursor de este fenómeno: Ronald Reagan, así como Clinton, Bush y Sarkozy.
El storytelling tiene orígenes muy antiguos, es el arte de contar historias y cuentos como forma de entretenimiento. Desde hace unos años, el arte de contar historias se ha convertido en el arte de la manipulación. Christian Salmon desvela cómo una buena historia es la nueva arma de distracción masiva que los políticos utilizan para vender sus mensajes al público. La narración se utiliza como una manera de simular, convencer y movilizar a la opinión pública.
Desde hace unos años, el arte de contar historias se ha convertido en el arte de la manipulación. Comunicación política, construcción de mentiras sofisticadas, el «storytelling» resulta mucho más eficaz que la propaganda porque no pretende modificar las convicciones de la gente, sino que busca hacerla partícipe de una historia apasionante.
Estamos ante una de las formas comunicativas más peligrosas de comunicación, su desarrollo está en auge y si bien, su origen está en EE.UU. se ven claros indicios de expansión por Europa.
Ejemplos de storytelling los encontramos en el mundo económico, como los casos de McDonald´s, Enron, Nike, Levi´s… y en el mundo político, como el precursor de este fenómeno: Ronald Reagan, así como Clinton, Bush y Sarkozy.
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